No fue fácil la gestación de este álbum, el más oscuro del músico. Eran los principios de los 80 y Bruce, entonces con 32 años, regresaba de la gira de "The river", así que ya era una estrella, pero entonces cayó en el abismo. Había roto con su novia, Joyce Yiser, se sintió perdido, llegaron los fantasmas de su relación conflictiva con su padre, el sentimiento de culpabilidad, el vacío y la depresión. De pronto se puso a escribir canciones sobre asesinos y psicópatas, sangre y muertos. Su primera canción trata sobre un asesino en serie que reconoce sus crímenes desde la silla eléctrica, pero también habla de un obrero borracho que disparaba a un empleado nocturno en "Johnny 99", hasta el veterano de Vietnam de "Highway Patrolman" que fue capaz de destrozar la cabeza a golpes a una persona que sólo pasaba a su lado.
Por si fuera poco, renunció a grabarlo con The E Street Band, porque aquellas canciones sombrías tenían que sonar desnudas. A su discográfica Columbia aquello le pareció una temeridad y acepto aunque con el gesto torcido. Springsteen, que ha firmado ya clásicos como "Born to Run", "Darkness on the Edge of Town" y "The River", decidió encerrarse en el dormitorio de su casa alquilada, de Colts Necks, para grabar un álbum que, en realidad, era una maqueta casera. En aquel en un dormitorio con moqueta naranja, Springsteen inmortalizó 10 canciones descarnadas en una grabadora TEAC de únicamente cuatro pistas. Despojado de banda, sin sencillos para la radio Bruce pasó de hacer gira y de conceder entrevistas.
Escribió sobre sus infiernos y los del sueño americano convertido en pesadilla. "Nebraska" fue un fracaso comercial, pero muchos lo califican como un éxito artístico. Dos años después, la discográfica Columbia vería recompensada su paciencia y aquel desastre en ventas con el disco "Born in the USA". A sus 76 años, Bruce Springsteen se atreve a regresar a un álbum que le produjo tanto dolor, quizá porque todo ha cambiado.
Escribió sobre sus infiernos y los del sueño americano convertido en pesadilla. "Nebraska" fue un fracaso comercial, pero muchos lo califican como un éxito artístico. Dos años después, la discográfica Columbia vería recompensada su paciencia y aquel desastre en ventas con el disco "Born in the USA". A sus 76 años, Bruce Springsteen se atreve a regresar a un álbum que le produjo tanto dolor, quizá porque todo ha cambiado.
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