Después de cuatro años sin editar disco, Fito Cabrales (Bilbao, 1966) regresa con sus Fitipaldis en su octavo álbum de estudio, "El monte de los aullidos", un trabajo que sorprende porque según confiesa nace de la más absoluta tristeza. Algo inesperado viniendo de un compositor siempre vitalista. En esta ocasión se deja llevar por unas letras íntimas y nostálgicas, en las que habla de amor y de dolor. Eso sí, no cambia de estrategia musical ya que escuchamos su habitual sonido envuelto en blues, swing a su manera y rockabilly, una fórmula ya conocida. La diferencia en esta ocasión es que Fito reconoce sin reparos que se encontraba en un momento bajo.
"El monte de los aullidos" representa precisamente ese momento, un grito de desahogo. Aparentemente el sonido del disco no refleja esa sensación, pero las letras si las escuchas con detenimiento lo demuestran. Son diez canciones que deberás oír con atención porque Fito se resiste a grabar  videoclips., sólo dos de las canciones se han lanzado como singles y en su pelea con el mundo moderno no quiere seguir los designios de la industria musical, tampoco tiene redes sociales, ni tampoco WhatsApp.
 
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