Sorry es una de esas nuevas bandas de Londres que intentan hacerse un hueco en la nueva propuesta musical. Asha Lorenz y Louis O’Bryen empezaron este proyecto en el instituto, con la idea de renovar el rock. Han apostado por sonidos densos y no dejan de apostar por temas pop como el destacado “Let The Lights On” que adelantaba su segundo trabajo. Esta pareja de Bristol son capaces de mezclar en su coctelera el rock, el trip-hop y sonidos electrónicos misteriosos, con cajas de ritmos y guitarras intensas en “Love Posture”, sensaciones extrasensoriales en “Antelope”, “Life In This Bode",“Echoes”, “Jetplane” o “Jive”, que cierra el álbum entregándose por completo a la distorsión.
La banda de Bristol reivindica sonidos de pasado con términos tremendamente actuales, donde introduce guitarras sucias y potentes donde llegado el momento no les importa arrastrase a la convulsión.
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