La artista experimental sueca Anna von Hausswolff ha entregado el álbum "Iconoclasts" uno de sus trabajos más singulares en el que habla del desamor, la ruptura, la tristeza y la esperanza, con canciones esta vez más accesibles como "Stardust" el tema más pop del álbum, que cuenta con colaboraciones de lo más dispar como Iggy Pop ( "The Whole Woman"), o Ethel Cain ( "Aging Young Women").
"Iconoclasts" está lleno de pequeñas joyas, pero sin duda la más destacada es "Struggle with the Beast" y es ahí donde encontramos también la parte más sombría del disco. Anna nos descubre el rincón oscuro, casi aterrador, de lo que significa la locura humana. Una canción de casi 9 minutos que retrata los problemas de la salud mental con unos riffs insistentes, que se repiten como un mantra obsesivo. La letra es el relato en primera persona de alguien que ha perdido la cabeza: "Llamé al hospital esta mañana,/ tenía la sensación/ de perder la cabeza/ de perder el control./ Estoy atemorizando a mi hermana y mi madre/ Mis ojos no son humanos, pero están calmados/ El sol se pone/ Ninguna regla estoy siguiendo".
Un caos precipitado por secciones de vientos, atención a ese saxo, y cuerdas, además de excelentes baterías hacen crecer esta abrasiva grabación escalofriante. En una nota de prensa Anna von Hausswolff explica que este tema no va sobre sí misma, pese a que está escrito en primera persona: "Escribí esta canción después de que una amiga cercana sufriera un episodio de psicosis. Había algo imparable y completamente desconectado en ella, como si viviera en una especie de universo paralelo. Estaba tan lejos de la persona que yo conocía, que era como si todas sus barreras sociales se hubieran desvanecido por completo. Había una nueva y extraña brillantez en su forma de comunicarse y de ser. No tenía filtros. Me alegra que hoy esté bien, pero me hizo pensar en lo vulnerables y complejos que somos todos, y en que dentro de cada uno de nosotros hay capas de traumas no resueltos y verdades que no se han dicho en voz alta".
"Iconoclasts" está lleno de pequeñas joyas, pero sin duda la más destacada es "Struggle with the Beast" y es ahí donde encontramos también la parte más sombría del disco. Anna nos descubre el rincón oscuro, casi aterrador, de lo que significa la locura humana. Una canción de casi 9 minutos que retrata los problemas de la salud mental con unos riffs insistentes, que se repiten como un mantra obsesivo. La letra es el relato en primera persona de alguien que ha perdido la cabeza: "Llamé al hospital esta mañana,/ tenía la sensación/ de perder la cabeza/ de perder el control./ Estoy atemorizando a mi hermana y mi madre/ Mis ojos no son humanos, pero están calmados/ El sol se pone/ Ninguna regla estoy siguiendo".
Un caos precipitado por secciones de vientos, atención a ese saxo, y cuerdas, además de excelentes baterías hacen crecer esta abrasiva grabación escalofriante. En una nota de prensa Anna von Hausswolff explica que este tema no va sobre sí misma, pese a que está escrito en primera persona: "Escribí esta canción después de que una amiga cercana sufriera un episodio de psicosis. Había algo imparable y completamente desconectado en ella, como si viviera en una especie de universo paralelo. Estaba tan lejos de la persona que yo conocía, que era como si todas sus barreras sociales se hubieran desvanecido por completo. Había una nueva y extraña brillantez en su forma de comunicarse y de ser. No tenía filtros. Me alegra que hoy esté bien, pero me hizo pensar en lo vulnerables y complejos que somos todos, y en que dentro de cada uno de nosotros hay capas de traumas no resueltos y verdades que no se han dicho en voz alta".
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