Los madrileños Los Coronas buscan en su nueva aventura discográfica nuevos registros sonoros alejado del surf rock. "Señales de humo" es un disco ambicioso, no solo por su formato: álbum de estudio doble, en estos tiempos de sencillos, pero también porque se dejan seducir por sonidos que proceden de la costa mediterránea, de Marruecos, Argelia o Libano.
Los Coronas llevan ya más de 25 años de trayectoria. David Krahe, Fernando Pardo, Roberto Lozano "Loza", Javi Vacas y Yevhen Riechkalov se reunieron a principios de año para preparar este disco y se encontraron con que entre todos llegaban al estudio con más de veinte canciones. Era la demostración de que había ganas, así que han aprovechado esa circunstancia. Hacía dos años que no ofrecían ningún concierto y cuatro que no publicaban nuevo disco, desde "Adiós, Sancho" (2013).
Grabado de nuevo con Craig Schumacher como productor en Tucson (EE.UU.), el álbum recibe su título de un doble juego de palabras. Consideran, por un lado, que sus canciones sin palabras son a la música lo que las señales de humo a la comunicación. En el nuevo trabajo a veces se ponen balcánicos ("7+6"), otras revisitan el rock y el rithm and blues de los sesenta ("Mr Reed", "Lady Rolla"), le dan a sus canciones un aire mexicano o se arriesgan con la música disco ("La fiebre"). El toque autóctono lo ponen cortes como "A tope de amor y lujo" o "Mulas huyendo de una hostia consagrada", nombre prestado de una burla de unos jóvenes Dalí, Lorca y Buñuel al consagrado Juan Ramón Jiménez. "Señales de humo" es todos eso y un poco más, su disco más arriesgado, pero también el más original.
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