"Voces del extremo" es un trabajo en el que asegura llevaba tres años trabajando, así que es un trabajo meditado en el que se mezclan el flamenco y kraut rock, un curioso revoltijo por el que es aclamado como un gurú indie. Sus orígenes se remontan a cuando con tan solo 10 años ingresó en una peña flamenca de Murcia, pero sus gustos poco ortodoxos se mueven desde Camela a Phil Minton y Sufjan Stevens, como el mismo confiesa. Su activismo político es más férreo, ha demostrado sus ideas con participación militante en operaciones anti desahucio y en sus canciones hay claras referencias críticas a los poderes soberanos y abusivos. Ha declarado que "en la base de todos los problemas está el fascismo sociológico. En las prácticas de la cotidianeidad, en las tensiones del día a día, es donde nacen los pequeños tumores de las decisiones políticas. Me dicen que canto contra el capitalismo y yo digo sí, pero contra el capitalismo que llevo dentro porque, como decía Leonard Cohen hace 30 años, todos tenemos un pequeño nazi dentro".
Niño de Elche actuará el mañana 4 de febrero en San Sebastián, Zaragoza 5, 17 y 18 de febrero con el espectáculo "Siete Lunas", con María Muñoz/MalPelo, en el Mercat de les Flors de Barcelona; Valencia 25; 27 Mataró y en marzo presentará "Voces del extremo" en Mataró -día 3-, El Prat de Llobregat -día 4- y Lleida -día 5-. El 1 de abril, con Juan Carlos Lérida, llevará el montaje "Al Cante" a Granollers, y el 2 de abril estará con sus "Cantes Tóxicos" en el Ateneu 9 Barris de Barcelona; 4 Prat de llobregat; Lleida 5, Alicante 6, en la Fundación Juan March de Madrid, con Belén Maya día 12; Castellón 8 de abril y Gijón 15. Sus conciertos son todo un espectáculo porque diálogo con el público, hace compás sobre sobre su barriga, sacando vibraciones sonoras de sus labios con sus dedos o grita sin que salga un solo sonido. Es un tipo al que le gusta la experimentación, como prueba promete emprender para la vuelta del verano un nuevo proyecto junto al cuarteto madrileño de hardcore instrumental Toundra.
Lo que le ocurre a este inclasificable Francisco Contreras Molina (Elche, 1985) le sorprende a él mismo. La primera vez que actuó en Madrid, el año pasado en Casa Patas, se vendieron cuarenta entradas y la segunda, hace unas semanas a finales de enero, no cabía la gente en la sala, entre los que estaba el director de cine Pedro Almodóvar, al que se vio muy interesado por los ritmos de temas como "Canción de corro de niño palestino", "Miénteme", "Que os follen" o "Canción del levantado". Los amantes del flamenco clásico probablemente lo repudien, pero él prefiere no tener etiquetas.
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