El trío británico edita nuevo disco grabado a distancia, a causa del confinamiento obligado por la pandemida del covid, quizá por eso sea "un álbum conceptual sobre el optimismo y la nostalgia". Su décimo disco aunque sigue las directrices de su canon pop puede que sea su álbum más arriesgado, asentado en las ambientaciones intimistas, el uso del ‘sample’ y los tiempos casi hipnóticos, sin estribillos, pero con la voz de Sarah Cracknell más susurrante que nunca, más etérea, más inalcanzable... Es curioso que 30 años después de su debut Saint Etienne nos sorprendan con este espléndido "I've Trying To Tell You", en el que el objetivo no es alcanzar hits poperos, si no llevarnos por senderos más sombríos, muy apropiados para este otoño que acabamos de estrenar, ya desde esa preciosa portada del fotógrafo Alasdair McLellan.
Hay canciones que deslumbran por esos pasajes sonoros tan evocadores, que viajan del dub al ambient o al peculiar sonido de las bandas sonoras, pero cuidado porque las guitarras de "I remember it well" son más próximas al post-rock, aquí hay más de una sorpresa, como el ritmo trip-hop de "Fonteyn" no te dejes engañar por las primeras apariencias. Y si buscas el chill out de un atardecer sumérgete en las cálidas aguas de "Penlop". No sabemos si Sarah Cracknell, Bob Stanley y Pete Wiggs han creado su mejor disco, sí el más arriesgado. Merece la pena que lo escuches.
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