El grupo malagueño La Trinidad vuelve a la carga con temas contestatarios y crítica social, algo muy necesario en estos tiempos. "Sheriff Playa" es su nuevo disco y demuestran que las letras son un arma para luchar con situaciones injustas como la precariedad laboral. Su single principal "6,30" habla de situaciones ya muy comunes e injustificables: "Solo tengo una certeza: una hora de mi vida no vale 6,30" refiriéndose a remuneraciones ridículas por nuestro trabajo, también mencionan las "pelotas de goma" de la policía y el triste desapego por los demás: "Hoy han muerto cien personas y no he sentido nada". Vivimos en una sociedad lamentable y sin futuro. Tanto que podemos ver en programas de televisión, de máxima audiencia, como un director de diario afirma con absoluta soberbia que una cajera de supermercado "no está capacitada para ser presidenta de gobierno", independientemente de su preparación académica, un menosprecio intolerable mientras los contertulios ríen la gracia.
La canción protesta no está pasada de moda y parece más necesaria que nunca. Trinidad se ha renovado y además aporta nuevos sonidos, más allá del pop garajero, en un acertado disco. Los vídeos ya son un homenaje a Devo, pero además aportan clave de ska en "La viaje Europa" recordando a The Clash por la vía jamaicana; influencias castizas “A Este Lado, A Esta Orilla”; La retorcida "Convertidos en estatuas" tiene algo de funk o la sorpresa de "Que las palabras broten" es una de las grandes sorpresas, por lo que tiene de bailable con sus espesas nubes de melancolía y ese cierre con la balada “Jardín De Cemento” donde cantan "Seguiremos abrasando nuestros cuerpos al sol” con la voz de Antía Van Weill.
La producción de Carlangas, quien fue líder de Novedades Carminha, nos demuestra que el sonido de La Trinidad está en transformación y estos diez cortes auguran grandes sorpresas en el futuro, con imprevisibles evoluciones estilísticas.
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