Treinta y dos años después sigo enamorado de Jesus & Mary Chain, aquella chica por contra ya no forma parte de mi vida hace mucho tiempo. A finales de mes actúan en Madrid, veré por primera vez en directo a aquella banda, para mí será todo un acontecimiento que pienso disfrutar con intensidad, porque a pesar del tiempo transcurrido acaban de editar un álbum magnífico. "Damage and Joy" se hacía esperar. Su séptimo Lp. llega 18 años después de "Munki" (1998), un trabajo que supone la reconciliación de los hermanos Jim y William Reid, ritmos que son un muro de distorsión y reverberación.
Ellos son responsables de redefinir el concepto de rock clásico, con un elemento nuevo y atractivo tras el punk, melodías preciosas bañadas de distorsión absolutamente embriagadora. Lamentablemente Jim y William no fueron capaces de soportar juntos aquella capa de ruido, noise, alcohol y drogas, así que sus peleas fueron legendarias hasta que deshicieron el grupo en 1999. Jesus son parte de la historia del rock, piedras angulares de un tiempo y un lugar del que ellos forman parte.
"Damage and Joy" debe su título a una expresión alemana, "Schandenfreude", que identifica el el instante en el que se siente placer en el dolor ajeno. Reconocen que ese es el motor del nuevo disco. Parece que siguen enfadados con su entorno y el mundo entero. A pesar de todo, La verdad es que este disco suena a los clásicos de The Jesus and Mary Chain. No te lo pierdas.
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