viernes, 13 de agosto de 2021

BLACK MIDI "Cavalcade"

 


Black Midi es una banda inglesa de jovenzuelos que han llamado la atención por que su sonido no se atiene a ninguna convención, suenan libres y mezclan a su antojo post-punk , avant-prog, math-rocks o la experimentación desenfrenada. Son de Croydon, Reino Unido y se dieron a conocer en 2017, un año después editaron su disco de debut "Schlagenheim", que llegó a aparecer en varias listas de lo mejor de aquel año. Muchos les han metido en el mismo saco que Fontaines D.C. o Shame, pero lo suyo además de imprevisible sigue doctrinas más propias del rock arty, donde caben largas improvisaciones al estilo del jazz. "Cavalcade" sigue sonando a ellos, aunque como novedad el grupo ha sumado a la banda a un saxofonista y sus partes son 100% free-jazz, como demuestra el single "Slow"; sin embargo, este segundo álbum suena más relajado y melódico, posiblemente porque como ellos reconocen el disco se ha compuesto durante el encierro de la pandemia y eso les ha obligado a cambiar su forma de trabajar.
Los componentes de Black Midi tocan con una técnica envidiable. Su fusión de estilos les convierte en una banda nada común dentro de la nueva escena rock británica. "Cavalcade" su alocado, esquizofrénico, imprevisible y sobre todo teatral segundo álbum de estudio, los convertirá en un fenómeno sin precedentes. Ocho canciones les bastan para dar una clase magistral y reventar la tapa de tus sesos. El primer single "John L", sobre un rey destronado hará que te levantes de la silla como un resorte ante tanto sobresalto sonoro, mientras que "Marlene Dietrich" es posiblemente su composición más bonita, en la que no tienen ningún reparo en tontear con la bossa nova. Black Midi son así, trastocan todos tus previsiones porque son impredecibles. Desatan locura a su paso como ocurre con "Chondromalacia Patella", donde el sonido está a punto de estallar con atronadora distorsión, entre pasajes pausados. Después vuelven a sorprender con "Diamond Stuff", una composición ambiental, que debe su título a una novela de Isabel Waidner y por la que deambulan diversos instrumentos de cuerda como chelos, buzuki o arpa. Regresa el caos controlado en "Dethroned", se vuelven locos una vez más en "Hogwash and Balderdash", con cambios de ritmo demenciales con una destacable percusión salvaje. El disco se cierra con una emotiva balada "Ascending Forth" donde nos hablan de una vida sin preocupaciones, para poner fin a este complejo disco. 
"Cavalcade" puede convencer como obra de gran técnica musical, pero contiene un mérito aún mayor y es que resulta absolutamente arriesgado. Es un disco exagerado, intenso y ambicioso, así que advertencia es tan complejo como difícil de digerir en una primera escucha. Black midi van camino de convertirse en uno de los grupos de rock más creativos de este siglo, y su trayectoria seguramente marque a otras bandas futuras. Este cuarteto se ha reducido ahora a trío, mientras el guitarrista, Matt Kwasniewski-Kelvin, se toma un descanso para cuidar su salud mental, por lo que no ha podido participar en esta grabación. El vocalista y guitarrista Geordie Greep, el vocalista, bajista y teclista Cameron Pictor y el batería Morgan Simpson se lucen cada uno en lo suyo. “Cuando escuchas el álbum casi puedes imaginar que todos los personajes forman una especie de cabalgata. Cada uno de ellos cuenta su historia uno a uno y, al terminar cada pista, te sobrepasan, sustituidos por el siguiente en la fila” comenta Picton.
Como última novedad, ahora sale a la luz una de las canciones que solo podía encontrarse como pista adicional en la versión japonesa del álbum. La inédita “Cruising”, grabada en las mismas sesiones que "Cavalcade". Una pieza que que ralentiza el ritmo vertiginoso de la mayoría de los temas contenidos en el álbum.  
Discografía aquí

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