Dicen de "Blackstar", su nuevo trabajo que saldrá a la venta el 8 de enero, podría considerarse un nuevo capítulo de su trilogía berlinesa, al ser un álbum experimental que le ha conducido, como sugiere su nombre, fuera de esta galaxia... la araña extraterrestre regresa. El británico vuelve a sorprender en su vigésimo quinto álbum de estudio, el que sigue a "The next day" (2013), y que rompió diez años de silencio. A sus 68 años Bowie no tenía necesidad de demostrara nada, pero la edad no es ápice para seguir experimentando, así que este es el trabajo que se ha marcado con un cuarteto de jazz, un disco nada fácil. El saxofón de Donny McCaslin, conocido por sus trabajos en música electrónica es más que destacable. Aquí no hay momento para las melodías, ni la paz espiritual, el hombre de las estrellas regresa para llevarnos por caminos demenciales, abruptos, como en 'Tis a pity she was a whore" o la siguiente "Sue (or in a season of crime)", que Bowie ya editó en 2014 y habla de una relación predestinada a un terrible final. "Girl loves me" tiene los tiempos rotos, con una voz de Bowie esquiciada, la marcada sección de cuerda y ese coro de iglesia. La calma, no la paz, llegará solo con "Dollar days", el corte más melancólico, junto a ese final "I can't give everything away". Bowie ha vuelto a crear una obra de rock con mayúsculas. 7 canciones escalofriantes, que ya pueden situarse entre lo mejor del año 2016 que acaba de empezar.
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viernes, 1 de enero de 2016
DAVID BOWIE "Blackstar"
Dicen de "Blackstar", su nuevo trabajo que saldrá a la venta el 8 de enero, podría considerarse un nuevo capítulo de su trilogía berlinesa, al ser un álbum experimental que le ha conducido, como sugiere su nombre, fuera de esta galaxia... la araña extraterrestre regresa. El británico vuelve a sorprender en su vigésimo quinto álbum de estudio, el que sigue a "The next day" (2013), y que rompió diez años de silencio. A sus 68 años Bowie no tenía necesidad de demostrara nada, pero la edad no es ápice para seguir experimentando, así que este es el trabajo que se ha marcado con un cuarteto de jazz, un disco nada fácil. El saxofón de Donny McCaslin, conocido por sus trabajos en música electrónica es más que destacable. Aquí no hay momento para las melodías, ni la paz espiritual, el hombre de las estrellas regresa para llevarnos por caminos demenciales, abruptos, como en 'Tis a pity she was a whore" o la siguiente "Sue (or in a season of crime)", que Bowie ya editó en 2014 y habla de una relación predestinada a un terrible final. "Girl loves me" tiene los tiempos rotos, con una voz de Bowie esquiciada, la marcada sección de cuerda y ese coro de iglesia. La calma, no la paz, llegará solo con "Dollar days", el corte más melancólico, junto a ese final "I can't give everything away". Bowie ha vuelto a crear una obra de rock con mayúsculas. 7 canciones escalofriantes, que ya pueden situarse entre lo mejor del año 2016 que acaba de empezar.
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