Dos décadas después de su debut, el canadiense Dan Bejar -hasta hace muy poco también miembro de The New Pornographers- ha logrado crear un sonido propio, con un gusto estético por el minimalismo, que representa la versión más elegantes de los 80. Parece mentira, pero desde 1996 éste es su duodécimo álbum, aquí hay más sintetizadores y menos saxofones, con claras referencias a The Cure, New Order o The Smiths, a la new wave y el synth-pop. Gran parte de la responsabilidad del sonido del disco recae en Josh Wells batería de Destroyer que en esta ocasión actúa de productor, él fue quién le facilito una plantilla rítmica sobre la que situar sus letras, de este modo suenan duras y frías, canciones más cortas y de estructuras sencillas, que buscan una sonoridad más ambiciosa. Por supuesto "Ken" no tiene nada que ver con la pareja de Barbie, cuando lo escuches lo comprenderás.
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sábado, 24 de febrero de 2018
DESTROYER "Ken"
Dos décadas después de su debut, el canadiense Dan Bejar -hasta hace muy poco también miembro de The New Pornographers- ha logrado crear un sonido propio, con un gusto estético por el minimalismo, que representa la versión más elegantes de los 80. Parece mentira, pero desde 1996 éste es su duodécimo álbum, aquí hay más sintetizadores y menos saxofones, con claras referencias a The Cure, New Order o The Smiths, a la new wave y el synth-pop. Gran parte de la responsabilidad del sonido del disco recae en Josh Wells batería de Destroyer que en esta ocasión actúa de productor, él fue quién le facilito una plantilla rítmica sobre la que situar sus letras, de este modo suenan duras y frías, canciones más cortas y de estructuras sencillas, que buscan una sonoridad más ambiciosa. Por supuesto "Ken" no tiene nada que ver con la pareja de Barbie, cuando lo escuches lo comprenderás.
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