miércoles, 30 de mayo de 2018

ARCTIC MONKEYS “Tranquility Base Hotel & Casino”



El problema de ser uno de los discos más esperados de 2018 es que se crean grandes expectativas, lamentablemente como en este caso luego no se cumplen. Cientos de artículos, en todo el mundo, hablan del álbum, curiosamente hablan de él como el más arriesgado de los monos árticos, la mayoría de las críticas además son positivas. La verdad es que es su peor trabajo, así como suena, a pesar de todo tienen tal veneración que están arrasando en las listas de ventas.“Tranquility Base Hotel & Casino” merece la pena escucharse sin interrupciones, pero qué quieres que te diga: no sorprende, ni estimula. No es de extrañar que la banda se planteara no editar el álbum con el nombre de Arctic Monkeys, si no como una producción de Alex Turner, porque ante todo es un disco muy personal, con sus fantasmas y neurosis. Su vocalista lleva muchos años coqueteando con la idea de ser un crooner, su nueva afición por el piano le ha llevado por este camino que resulta pedante y pretencioso. Componer con las teclas, en lugar de con las cuerdas, ha hecho que estemos ante un trabajo con un sonido que se aleja de todo lo que han hecho hasta ahora, lamentablemente falto de fuerza. El sexto disco de la banda de Sheffield resulta aburrido y sin alma. Sé que no sentará bien a su legión de fans, pero qué me dices de aquellos emocionantes discos de Arctic Monkeys, con magníficos paisajes sonoros, guitarras apabullantes, estribillos contagiosos y regusto por problemas cotidianos. Sencillamente este disco resulta decepcionante.

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