"Gran Prix" es un disco con aires retro y de una hermosa sensibilidad pop. El artista francés concentra unas composiciones melancólicas, llenas de glamour, en el que las referencias al automovilismo con en realidad una metáfora de la vida. A través de la referencia a la Fórmula 1, rinde Biolay homenaje a los caídos en los circuitos, como Ayrton Senna (fallecido en 1994, a los 34 años) y Jules Bianchi (2015, 26 años), a la vez que traza un singular paralelismo entre la profesión de piloto y la vida de artista. Lo hace conduciendo este artefacto sonoro plagado de cierta modernidad neoclásica, en la que resalta su figura de crooner y donde no hace ascos a ritmos disco-funk. Biolay se atreve con sintetizadores en "Visage pâle", guitarras a lo New Order en "Regret", ritmos para la pista de baile en "Commentestta peine?" , una balada al piano en "La roue tourne" o el ritmo de bossa nova incluido en "Interlagos", el circuito en el que el joven Ayrton Senna se coronó en el 91, sin sospechar cuál sería su trágico final.
Benjamin Biolay se mantiene como digno heredero de Serge Gainsbourg, un título que se le otorgó sin su beneplácito, por lo que significa de responsabilidad. Sin duda vuelve a crear buenas canciones, con su característica voz rota y siempre con el poso melodramático de unas letras cargadasde mensajes agridulces esta vez para homenajear el glamuroso imaginario de la Fórmula 1 y especialmente a sus mitos caídos en plena carrera.
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