Futuro Terror lanza su cuarto disco fieles a ese sonido post-punk y en esta ocasión con un mensaje político muy marcado, que tal vez afecte a sus composiciones, menos frescas en esta ocasión. "Sangre" contiene diez canciones de carácter crítico y furia sonora, con esa característica crudeza inmediata. Alguien puede llegar a pensar que suenan más melódicos tras escuchar el arranque con "Frío" o "Territorio devastado" donde se acercan al garage. Estas últimas son las que parecen dejar una puerta abierta a la evolución estilística del grupo, pero la cosa queda compensada con la contundencia de "Komsomol" o "Armen". La rabia va creciendo según avanza el disco hasta "Qué Hacer y Matar" y "Dejar Morir", dos cortes frenéticos y directos, como un puñetazo en el estómago. "Sangre" es su disco más político donde hablan sin tapujos del compromiso social, la crítica hacia la globalización, de los fantasmas del pasado, la conciencia de clase, con constantes referencias soviéticas. Otro aspecto a destacar dentro del disco es la incorporación en este último disco de un nuevo miembro al conjunto, Óscar Mezquita, baterista militante en bandas como Zanussi o Cuello, que con su presencia fortalece las bases del sonido de Futuro Terror.
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