Decepcionante. Lamentablemente a estas alturas esperábamos algo más de lustre y empaque en un disco de Weezer. “Van Weezer”, su quinceavo álbum es pobre y aburrido. Se diría que el grupo de Rivers Cuomo anda perdido, sin rumbo. Ese empeño de homenajear a sus bandas de referencia no aporta nada y le anula como ocurre con ese “Blizzard of Ozz” donde intentan resucitar el espíritu de Ozzy Osbourne, experimentos que se repite con las referencias a Kiss el grupo favorito de Rivers en los 90 y más tarde con Van Halen. Y así llegan canciones tan simplonas como “I Need Some Of That” o “Blue Dream”. Tampoco los momentos instrumentales que pretenden elevar el tono de este imaginario heavy logran su objetivo.
Weezer ha conseguido que un álbum de solo 31 minutos de duración termine haciéndose eterno. Tendrán que empezar a asumir que son una banda que ya no generan ningún interés o, lo que es más grave, que su carrera se ha acabado.
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