El pulso de rock clásico que tanto nos gusta en manos del dúo formado por Mike Kerr y Ben Thatcher lo podeemos descubrir en el single "Trouble’s Coming" y "Hold On", canciones con pulso y sudor. Al final se atreven con balada a piano, "All We Have Is Now", en la que nos habla de que se agradece la oportunidad de vivir tras haber estado cerca de la muerte. Mike Kerr nos habla a lo largo de todo el disco de los años que ha sufrido de adicciones, de llegar a tocar fondo incluso ha llegado a confesar que si no hubiera logrado salir de ese pozo sin fondo gracias a la rehabilitación este disco nunca habría sido posible. Estas cuestiones están presentes en "Oblivion" y de forma más directa en "Typhoons" donde hablar de los efectos que puede tener el consumo, cuando deja de ser divertido y se convierte en una catástrofe de anulación personal.
No sabemos si está será una nueva aventura de la banda o si ese sonido en el que Royal Blood se apodera de la pista de baile ha llegado para quedarse.
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