Metronomy prosigue por el sendero del pop electrónico, pero en esta ocasión parece que Joe Mount ha prescindido de ornamentos para mostrar las canciones de un modo más crudo, así que hemos perdido himnos para la pista de baile y el contoneo. Hay quien dice que este cambio es producto del encierro de la pandemia y fruto de su reciente paternidad. El caso es los temas de "Small World" suenan más simplones, en un álbum que es también parco en duración: nueve cortes despachados en 35 minutos. Tal vez sea que Mount se ha situado en una zona de confort reflexiva, de paso hemos perdido juguetones sintetizadores y ha relajado el ritmo tanto que solo encontramos medios tiempos, desde el arranque con esa melancólica composición llamada "Life and Death", a la sombría “Loneliness On The Run” cantada como un susurro y a su versión más crooner en “I Have Seen Enough”. Esta nueva versión intimista de Metronomy solo se rompe con ese perfecto single de indie-pop "Things will be fine", el animado “It’s Good To Be Back”, aunque habla de un amor que se ha ido, o en esa deliciosa “Right On Time”, donde suena un bajo muy disco. Definitivamente su séptimo disco es más minimalista, más calmado y también más aburrido. Mount también debería haber pensado que en estos terribles tiempos que nos tocan vivir necesitamos estímulos sonoros, no basta con que nos prometa que "todo va a salir bien".
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