Brian Molkoy Stefan Olsdal , tras un lapso de nueve años, vuelven con energía renovada, con brillantes guitarras y rearmando su sonido electrónico. Su octavo disco "Never Let Me Go" nos reconforta con su versión más ciber-punk, el Placebo más reconocible y por que no reconocerlo, el más intenso. Suenan oscuros y brillantes, con una combinación de capas industriales que invitan continuamente a espléndidas orquestaciones. Todo para hablarnos de un mundo, el actual, que resulta angustioso y turbador, para lanzarnos un mensaje que lleva a la reflexión sobre nuestra propia superviviencia.
El grupo se ha esforzado por mostrar músculo, desde el arranque del álbum con los ecos industriales de Forever Chemicals”, para seguir con ese fantástico single “Beautiful James” en el que ya avisan sobre el uso de sintetizadores que sobrevuela todo el disco. La angustiosa “Surrounded By Spies” nos recuerda que no tienes, ni tendrás privacidad. Después nos dan algo de tregua con la canción más pop “Try Better Next Time” y esos contagiosos violines de “The Prodigal”, para pasar a la parte más bailable con "Twin Demons”, “Birthday In The Sky” o “Chemtrails”. Para la parte final nos dejan los temas más melancólicos, marca de la casa “This Is What You Wanted”, “Went Missing”, y “Fix Yourself”. Un espléndido disco, solo queda esperar que no tarden otros nueve años para ofrecernos su siguiente disco de estudio.
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