El quinteto catalán acaba de publicar su nuevo álbum "L'aigua clara", después de un lapsus discográfico de cinco años tras “Ara i Res” (2017). Mishima son ya un icono de la escena catalana, pero también una de las bandas más relevantes de nuestra música, después de dos décadas de carrera que han dado para mucho. Ellos han creado su propio lenguaje, pero no conformes con ese logro nos presentan este LP que pretende trascender, ya que será una pieza fundamental en su trayectoria.
"L'aigua clara" es un disco versátil en el que las letras de David Carabén están más inspiradas que nunca y la química con el resto de la banda: Marc Lloret a los teclados, Dani Vega a la guitarra, Xavi Caparrós al bajo y Alfons Serra a la batería, funciona a las mil maravillas, con una colección de once canciones que giran en torno al amor, la muerte o las adicciones modernas. Ellos han buscado "el agua clara" y parecen haberla encontrado, con canciones tan bellas como “El llibre de l’amor”, adaptación de Magnetic Fields de “The Book of Love”; los arreglos evocadores de “El Gran Lladre” para narrar el melodrama de aquel que quiere amar y no sabe cómo (“una altra cançó d’amor d’algú que mai n’ha sabut treure l’aigua clara”); el sentimiento de arrepentimiento en “Por de Mi”; el preciosista pop de “Sé Que Ets Tu”; la juguetona "Cotó"; la versión musicalizada del poema “Ens Crèiem Únics” de Joan Vinyoli: la espléndida luz que transmite "Un Lloc que No Recordi" o las reflexiones planteadas que toman como excusa la historia de la famosa ex-actriz porno "Mia Khalifa". Sin duda estamos ante un álbum sofisticado, de sólidas canciones, que muestran la espléndida madurez de su narrativa. El mejor disco de Mishima hasta la fecha.
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