THE SMASHING PUMPKINS "Atum"

No es oro todo lo que reluce. Creo que ya le hemos dado demasiadas oportunidades a Billy Corgan esperando que por fin le alcanzara la inspiración en un disco a la altura de los mejores tiempos de The Smashing Pumpkins, pero lamentablemente nunca llega. A pesar de que anuncie una monumental ópera rock, cuidado en realidad es solo un señuelo para atraer nuestra atención.
Atum: A Rock Opera in Three Acts aparecido el 15 de noviembre es la primera parte de una trilogía que será la continuación de Mellon Collie and the Infinite Sadness (Virgin, 1995) y Machina/The Machines
of God (Virgin, 2000). En total contará con un total de 33 pistas, distribuidas en 3 lanzamientos de 11 canciones separadas por 11 semanas de diferencia. Así pues la próxima entrega llegará el 31 de enero de 2023 y la tercera y última el 21 de abril, sin contar con diez canciones de propina que serán incluidas en la edición especial cuyo lanzamiento está programado también para esa fecha de abril de este año.
Hace 4 años Billy Corgan reclutó a dos miembros fundadores del grupo, James Iha a la guitarra y Jimmy Chamberlin a la batería, mientras que la única novedad fue Jeff Schroeder al bajo ya que D'Arcy Wretzky, no ha querido participar en este proyecto. El prometedor single “Beguiled” devolvió la esperanza a sus fans, gracias a esas guitarras poderosas, buena interpretación por parte de Corgan y una melodía pegadiza. Pero la banda de Chicago sigue sin convencer a pesar del buen juego de guitarras en “A God in Goodbye”, la experimental “Butterfly Suite” con los sintetizadores, riffs potentes, cuerdas y coros de Katie Cole y Sierra Swan, el cambio con la electrónica de “Embracer” o “Hooligan”. “Steps in Time” y “Beyond the Vale” vertiginosas, recuperan la potencia. La amable “Where the Rain Must Fall”, la aparatosa  “Hooray!” y el cierre de “The Gold Mask” no logran elevar el producto.  
Nadie discute a estas alturas el reconocido talento y la capacidad compositora de Corgan, aunque tal vez se pierda más en la cantidad que en la calidad. La primera parte de su ópera rock Atum es un notable fracaso. Suena enérgico, pero la falta fuerza. Es demasiado limpio y se necesita más suciedad, más pasión.