Disco rico y variado donde se puede acceder a todas las influencias, que son muchas, que marcan el sentir musical de Núria Graham. Su evolución musical ha sido sorprendente así que "Cyclamen" su quinto y último disco, la eleva a cotas sorprendentes de creación y la confirman como una destacada compositora que cada vez cuida más los detalles y los arreglos. La conexión irlandesa de su padre contribuye de algún modo a esa expansión en terrenos anglosajones. Un disco donde volvemos a encontrar preciosas canciones de pop con folk como "The Catalyst" y "Yes, It's Me the Goldfish", temas relajados como "Poisonous Sunflower" o esa prueba con el góspel en "Birdman". Lo que decía, Núria no se limita y prueba ritmos nuevos, hasta desata su vertiente rockera en "Disaster in Napoli". La compositora catalana demuestra que tiene ganas de más y ese hambre además de consolidarla como una destacada artista le llevará irreversiblemente a probar otras texturas, aquí estamos esperando sus nuevas propuestas sonoras.
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