En su segundo elepé, el siempre complicado segundo disco, el quinteto dublinés se desmarca de las comparaciones con Fontaines DC, para demostrar que tienen identidad propia. Van encaminando sus composiciones hacia un nuevo sonido. En "Gigi´s Recovery" los teclados han ido adquirido más protagonismo, transformando su post punk inquietante en un electro mucho más oscuro, construyendo un paisaje musical verdaderamente personal, en el que James McGovern se reivindica con sus poemas de amor y supervivencia sobre un fondo de sintetizadores, pedales de efectos y ritmos hipnóticos. Su propia discográfica ya les advirtió: “Esto va en una muy buena dirección pero…habéis establecido un nuevo estándar para la depresión…”. Efectivamente "Gigi´s Recovery" no es un disco amable, más bien tortuoso. La enérgica y vehemente voz de su cantante, James McGovern, parece haber encontrado mayor peso, para recitar esos versos existencialistas, como en "We Had to Disappear", la hipnótica "The Stars will Leave their Stage", o acompañado de esas guitarras angustiosas en "Crying". Pero sin duda "Ethel" es la canción estrella del disco, un paisaje lleno de luz y sombras con el que el quinteto irlandés apunta muy alto.
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