Después de seis años de silencio, los granadinos Lagartija Nick han vuelto a los estudios para grabar "Crimen, Sabotaje y Creación", un disco lleno de carga emocional, de sonoridad dura que libera fantasmas ocultos. Este trabajo tiene mucho que ver con la muerte del hermano de Antonio Arias, Jesús en 2015 líder de TNT y periodista. Un álbum de lucha y esperanza, en el que vuelven a hacer incursiones en palos del flamenco, pero alejados de las sevillanas que siempre ha estado asociadas a los señoritos. Canciones como "La leyenda de los hermanos Quero" sirven para situar esos parámetros con una pieza dedicada a a Víctor Quero Charico miembro de los maquis de Granada, que mantuvo en jaque a las fuerzas del orden en los años 40, o ese "Soy de otra Andalucía", toda una declaración de principios. Escucha con atención "Agonía, agonía", "Mapa de Canadá" y "La leyenda de los hermanos Quero". Flota la sombra de "Omega" , que en 1996 junto al cantaor Enrique Morente rompió todos los tópicos, lo cambió todo y parece que eso será para siempre.
Antoni Arias, el batería Eric Jiménez -también de Los Planetas- y junto a Arias en LOs Evangelistas- los guitarristas Juan Codorniú y Miguel Ángel Rodríguez Pareja son la formación original y se han vuelto a reunir. Llevan casi cinco años y la formación muestra estabilidad. Ellos son una banda clave del rock nacional alternativo desde 1991, con la gracia de acercarse al flamenco desde una perspectiva absolutamente imaginativa.
La trayectoria de Lagartija Nick se puede definir con aquel aforismo de Val del Omar: "El que ama, arde. Y el que arde, vuela a la velocidad de la luz". La banda de Antonio Arias ha desarrollado una carrera tan brillante como temeraria, en la que han muerto y resucitado en varias ocasiones. Han tocado todos los palos, desde el rock, el punk, la electrónica, la psicodelia, el noise, el trance y por supuesto el flamenco, nunca han tocado la zona de confort por ser arriesgados. Decididamente merecen un respeto.
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