Shout Out Louds son un producto sólido, una banda a la que se puede volver una y otra vez porque no defrauda. El grupo sueco sigue elaborando es pop puro que tanto nos gusta, una veces más inspirado que otras, bien es verdad. A pesar de todo son unos verdaderos supervivientes, son de las pocas bandas que subsisten de todas aquellas que nacieron en el norte de Europa la década pasada.
“Ease my Mind” no es uno de sus discos más alegres, tiene cierto tono melancólico, como ellos mismos confiesan es un trabajo para evadirse de este mundo loco. Hay media zona de espléndidas canciones como esa pieza folk con la que arrancan "Jumbo Jet", temas pegadizos como "Paola", "Porcelain" o ese "Oh Oh", que son fantásticas, igual que los temas más electrónicos como "No Logic" y "Last Christmas". No es su mejor disco, pero ya quisieran muchos elaborar una colección de canciones así.
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