Tras su paso por el Festival de cine de San Sebastián, este viernes 4 de octubre se estrena en salas de toda España la nueva película de Sydney Pollack y Alan Elliott. "Amazing Grace", la película recoge el testimonio de una Aretha Franklin en la cima de su carrera, cuando en 1972, Aretha Franklin decidió volver a sus raíces y dedicar un álbum en vivo a la música con la que se crió: El góspel. En un momento en que ya había colocado en lo más alto de las listas éxitos como "Respect", "Natural woman" o "Chain of fools". Para grabarlo, Warner invitó al Coro Comunitario del Sureste de California, a una banda y a un centenar de personas de público, para pasar dos noches en una iglesia de Los Ángeles convenientemente habilitada.
El concierto se grabó durante dos noches consecutivas, en enero de 1972, en una iglesia de Los Ángeles. Una joven pero ya consagrada Aretha Franklin, vestida con túnica y concentrada, lleva al éxtasis a los feligreses canción tras canción en un recital de góspel que ha tardado 46 años en ver la luz. Las sesiones fueron filmadas por un equipo de rodaje liderado por Sydney Pollack, el oscarizado director de "Memorias de África" o "Los tres días del cóndor". Por motivos técnicos o por un error de principiante, no pudo usar claquetas en el inicio de cada toma que registraban las cinco cámaras que había dentro del recinto y las 20 horas de metraje que resultaron de ahí fueron absolutamente imposibles de montar en posproducción. Mientras el disco resultante, "Amazing Grace", fue un bombazo inesperado para una diva que llevaba años fraguando éxitos pop, las bobinas rodadas por Pollack languidecieron durante años en algún almacén hasta que la historia llegó a oídos del productor musical Alan Elliott, un apasionado del góspel y de ese álbum en particular. "Nunca me cansaba de escucharlo, yo crecí en ese barrio de Los Ángeles y tenía siete u ocho años cuando se grabó. Supongo que de alguna manera quería volver a tener esa edad y sentir lo que sentí, la habilidad de Aretha para transmitir espiritualidad; es algo que no se puede explicar", asegura.
Alan Elliott se endeudó para adquirir los derechos en 2007, un año después tras el fallecimiento del director, el productor musical rescató el material y, usando la tecnología del momento, logró sincronizar la imagen con la pista de sonido, logrando sacar a la luz la grabación en directo del disco más vendido de la historia del góspel. En el filme sorprende ver entre el público los rostros de unos jovencísimos Mick Jagger y Charlie Watts, embelesados. También están su padre, el reverendo C.L Franklin, y la cantante Clara Ward, una de las grandes influencias de Franklin. Han sido los familiares de la estrella, fallecida en agosto de 2018, quienes finalmente han dado el visto bueno al documental, que se estrena en España este viernes. "Aretha quería ser una estrella de cine y después de Woodstock le prometieron esta película con este gran director, mientras Diana Ross estaba haciendo 'Lady sings the blues' (sobre Billie Holliday). Aretha quería eso y Sydney no se lo dio", explican.
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