Sinceramente es un disco decepcionante. El concepto detrás de "Tangk", su quinto álbum de estudio que publicaron el pasado viernes, es el amor. El conjunto de Bristol se propuso desentrañar la parte más visceral del amor, partiendo de la experiencia propia como inspiración. Después de "Crawler", su excelente disco de 2021, el cantante Joe Talbot dice que necesitaba escribir sobre otras cosas un tanto más frágiles y profundas. Así decidió que todas las canciones de este disco fueran en torno al amor y también "a la ansiedad y enfermedad que pueden venir con él“. Pues ha resultado todo un error.
“Tangk" es una palabra inventada que usan para hacer referencia al inicio de algo, desde cero. Pues ciertamente el concepto se ha vuelto contra ellos. No han acertado al prescindir de su visceralidad, de esa energía desbordante que tanto nos gustaba en ellos, a pesar de que en la canción “Pop Pop Pop“, proclamen: “animar a la gente, esa es mi herramienta”. Ha resultado fallido porque no logran animar, algo descoronozador en Idles. La banda asegura que trataban de componer melodías y armonías que permitieran a Joe lucirse un poco más vocalmente que en otros discos. Otra equivocación sin remisión. "Gift Horse" es el tema más destacado de un álbum, junto a "Dancer" y "Grace", para usted de contar.
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