En 1993, el legendario hombre de negro, que arrastraba una carrera de 40 años, se puso a grabar demos de composiciones propias en los estudios LSI en Nashville, que en aquel momento era propiedad de su yerno, Mike Daniels y de su hija Rosey. Lo hizo como un favor personal a la familia, para ayudarles económicamente. Poco después otros proyectos le hicieron abandonar aquellas grabaciones que quedaron abondonadas. Treinta años más tarde John Carter Cash, el hijo de Johnny y June Carter Cash, se han encontrado con aquellas canciones olvidadas y gracias a las nuevas tecnologías han conseguido limpiar la potente e inconfundible voz de Johnny y su guitarra acústica. El disco ha sido co-producido entre David “Fergie” Ferguson y su hijo John Carter Cash. “Fuimos directamente a las raíces, en cuanto al sonido, y tratamos de no elborarlo demasiado", ha explicado Carter Cash sobre el enfoque. "Lo construimos como si papá estuviera en la sala. Eso es lo que intentamos hacer. Entre nosotros dos, Fergie y yo hemos pasado miles de horas con papá en el estudio de grabación, así que intentamos actuar como si él estuviera allí".
Los dos invitaron a un selecto grupo de músicos para tocar con Johnny: el guitarrista Marty Stuart, el bajista Dave Roe, el batería Pete Abbott y algunos más a la Cabaña Cash, un espacio en Hendersonville, Tennessee donde Johnny escribía, grababa y se relajaba, intentando ahora recuperar la esencia de aquellas canciones. Como primer adelanto podemos escuchar esta "Well Alright" , una canción optimista que narra como se puede encontrar el amor en un lugar tan absurdo como una lavandería.
"Songwriter" contendrá una colección de 11 canciones que tratan sobre el amor, la familia, la pena, la belleza, la salvación espiritual, la supervivencia, la redención y por supuesto, está presente ese típico sentido del humor por el que Johnny era conocido.
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