Los australianos se lanzan a tocar mil palos, el único patrón es la animación y mezclan estilos y sonidos sin ninguna unidad. Si alguna vez se sintieron seducidos por el espíritu fronterizo ahora lo mezclan todo. Esa falta de concreción les puede dañar, porque tanta diversidad no es buena. Hay alguna canción resultona como "Ready Now", "Kila" o esa “Oscar Wilde” que recuerda al afro-pop de Vampire Weekend, pero no llenan.
La legión de fans de The Cat Empire en nuestro país es inmensa, como bien demuestra el ritmo al que se vendieron las entradas de su última gira en España, así que me caerán numerosas críticas. Tras revelar una nueva canción cada mes a lo largo de 2018 finalmente "Stolen Diamonds" se lanza por completo. Realizado durante una sesión de grabación el pasado mes de otoño en las afueras de Melbourne con su colaborador y productor Jan Skubiszewski, "Stolen Diamonds" documenta una de las exportaciones musicales más exitosas de Australia. Su capacidad para combinar ritmos no tiene límites, no se imponen reglas, así que escuchar este nuevo disco de tirón puede acabar con tu paciencia o la de tu coctelera: mucha fiesta, pero insustancial.
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