Es el disco más ambicioso de Nacho Vegas (Gijón, 1974) un álbum doble, más heterogéneo, con versos electrizantes. Lo íntimo, pero también lo social y lo político vuelven a estar presentes en "Violética", en sus 18 canciones. El asturiano aparece en su versión más reivindicativa y áspera, pero también con poesía. Rock en castellano, con toques de folk, hasta de cumbia, como él mismo explica aunque son piezas que hunden sus raíces en el folclore se pueden reinterpretar en clave moderna. En este álbum cuenta con las colaboraciones de mujeres como su exparejna Christina Rosenvinge, María Rodés y Cristina Martínez de El Columpio Asesino, lo que convierten a este disco en su trabajo más variado, en el que tampoco falta el rock de sus músicos habituales, componentes algunos de León Benavente.
Una de mis canciones favoritas es "La última atrocidad" con ese contenido pasional. Letras comprometidas como en "El corazón helado" donde canta: "Si es que al nacer y al morir somos todos iguales, ¿para qué dejar vivir a fascistas criminales?" palabras que cualquier día motivan una denuncia por parte de la derechona de este país. En "Idelología" se pregunta "¿Quién es el ideólogo de la marca Dios?" o la estremecedora "Crímenes cantados", basada en casos de emigrantes muertos. Según sus palabras estamos viviendo toda una regresión en derechos fundamentales y democráticos, tales como el de la libertad de expresión. En el fondo y en la forma, áspera o tierna, presenta un repertorio con muchos registros.
Estos días ya hemos podido verle presentado el disco en una gira de recitales con dieciocho personas sobre el escenario y una pantalla reproduciendo la vieja guitarra de Woody Guthrie, con su lema "This machine kills fascits" (Esta máquina mata fascistas) impreso. Pertrechado por los cinco integrantes de La Trama Asturiana -Manu Molina, batería; Abraham Boba, teclados, piano y acordeón; César Verdú, bajo; Luis Rodríguez, guitarra rítmica; y Joseba Irazoki, guitarra solista y banjo-, Nacho Vegas está también acompañado por los doce integrantes del Coro Antifascista Al Altu La Lleva, porque "Violética" vuelve a ser un álbum indudablemente asturiano.
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