Pau Riba ha sido denominado el padre del rock catalán, un personaje fiel al mito impredecible y con esa misma constante reedita un disco lanzado hace 50 años. "Dioptria" era una obra insólita donde convivían psicodelia, música barroca, jazz y folk. Publicado en dos partes ahora se recoge en un doble vinilo de 180 gramos de forma solemne, además con gira. Un trabajo que ha marcado a generaciones, de modo que grupos como Sopa de Cabra, Els Pets o El Petit de Cal Eril reconocen su influencia. "Fue la revolución de los jóvenes, un momento muy potente de la historia mundial, hasta entonces los jóvenes no contaban y a partir de aquí, gracias al poder del rock and roll y los 'tripis', la juventud se convirtió en una nueva clase social, y continúa siendo así, todas las industrias están muy enfocadas hacia la juventud", indica Pau Riba.
En su opinión, el disco está "muy vigente porque hay un crítica fuerte al sistema y a la familia pequeño-burguesa cristiana". Esta vez se edita como a él le hubiera gustado publicarlo en 1969: como un doble álbum con los colores de la bandera republicana. Al fin y al cabo este disco carga contra la familia, la Iglesia y la pequeña burguesía, que tanto daño hicieron a una sociedad ya por entonces asfixiante. Pasado el tiempo este padre del rock catalán se resiste a decir adiós, de hecho ya está preparando un nuevo disco llamado "Ataràxia" junto a la Orchestra Fireluche, en el que recita más que canta, para reivindicar su condición de rapsoda.
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