El grupo navarro reaparece con "El azogue", su primer disco en ocho años, tras su último concierto en diciembre de 2012 en Valencia. Marea no planeaba un silencio discográfico de ocho años, pero problemas de desacuerdos y varios problemas de salud han provocado este prolongado parón. Su batería Alén Ayerdi lo explica así. "A mí me operaron del corazón; a Kutxi, de la garganta, y Kolibrí estuvo fastidiado del oído". Y cuando el disco parecía terminado, Kutxi (Romero), el cantante, no estaba convencido emocionalmente de las letras y el proceso se paró hasta que despues de diversos cambios acabó aceptando el contenido.
Es el séptimo disco de estudio de Marea y fieles a su forma de trabajar han decidido no hablar de turbulencias sociales o políticas. Ellos prefieren escribir en sus letras sobre sus sentimientos y las cosas que les pasan: la soledad, la tristeza, la rabia, el reencuentro o el paso del tiempo. Sus discos son atemporales, apuntan, al tiempo que señalan que este es su disco más colorido. La banda de Berriozar además piensa presentarlo en todo el país, así que regresa a los escenarios con una gira de más de 40 conciertos en la que ya se encuentran inmersos: "Hay una generación de gente joven que no nos ha podido ver hasta ahora, y queremos acercarnos a ella".
La tarjeta de presentación de "El azogue" es un vídeo peleón, "En las encías", en el que hace su aparición el boxeador Poli Díaz. "Una canción sobre el resurgir, como Marea volviendo al ring a boxear. Lo vimos muy claro", indican.
En sus 22 años de historia, Marea, que fue distinguido con una plaza a su nombre en su localidad natal, Berriozar (Navarra), se ha establecido como héroe popular del rock urbano. Genero al que dirige un guiño en otra canción, "Jindama", donde proclama que "la ciencia llegó de Plasencia y de Carabanchel", claro guiño a Extremoduro y Leño. "Tanto Robe Iniesta como Rosendo Mercado nos han influido mucho", admite Ayerdi sin rodeos.
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