Dos años ha empleado La Maravillosa Orquesta del Alcohol en el proceso de composición y grabación de su nuevo disco, "Ninguna ola", que viene acompañado de novedades en lo sonoro y en lo conceptual. Adelanta la banda que su nuevo disco expresa lo que sienten "ante los cambios en la vida personal, en la sociedad y en el medio. Ante el movimiento constante y el paso del tiempo". Reconocen que este su sexto disco, en sus diez años de trayectoria, es el que mejor les representa. A ello no ha sido ajena la labor de Raül Refree, artífice de discos de Rosalía, Silvia Pérez Cruz, El Niño de Elche, Josele Santiago o Rodrigo Cuevas, entre otros. "Ha conseguido extraer lo máximo de nosotros recurriendo a los mínimos elementos", comenta su teclista, Jacobo Naya. El sentir común de la banda, manifestado desde su web, es que Refree les ha ayudado a transformar esos pensamientos en sonidos, abriéndose a nuevos caminos y formas de hacer música sin perder su identidad. Las diez canciones que componen "Ninguna ola" fueron grabadas entre Lisboa, Barcelona, Madrid y Andoain. El vocalista David Ruiz ha adquirido protagonismo, así como un sonido experimental denso, con letras quizá demasiado pretenciosas pos sus cargas filosóficas. El disco viene cargado de un ambiente pesadumbroso, los burgaleses han dado un giro y voluntariamente han deciddio no abrir la puerta a lo festivo, quizá marcados por estos tiempos oscuros de la pandemia que nos tocan vivir. Sí que podríamos decir que estamos ante el punto de inflexión más importante desde que decidieran abrazar el castellano dejando atrás el inglés de sus comienzos. Es un cambio en la trayectoria de La M.O.D.A, un cambio de rumbo. Tal vez como cantan en "Un bombo, una caja", aseguran:“No gustan canciones tristes porque hablan de gente que apartasteis”.
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