La banda nacida a mediados de los ochenta en el barrio madrileño de Malasaña regresa ahora con nuevo disco después de seis años desde "Vida inteligente", un álbum que ya los volvió a reunir tras 15 años de separación. El regreso surge de forma natural después de haber salido de gira con bastante aceptación. “En los conciertos nos estábamos sintiendo como un grupo vivo”, confiesa Josele Santiago, (Madrid, 1965), compositor, cantante y guitarrista de la banda, así que decidieron meterse en el estudio y para el verano pasado ya estaban grabando después de que cada uno aparcase sus distintos proyectos en solitario. "Bestieza" conserva la energía y ese toque de rock grasiento característico de Los Enemigos, potenciando ese sonido de guitarras con músculo.
Bestieza procede del catalán bestiesa, que hace referencia a “la cualidad de gente que actúa de manera irracional o con falta de sensatez”, un nombre que consideran define este trabajo repletas de letras afiladas, que casi siempre escribe Santiago. El nuevo disco se mueve entre composiciones que van del sarcasmo a la cólera y que carga contra los gurús de nuestro tiempo, rendidos a la tecnología y el progreso sin límites. Se podría decir que se muestran salvajes y tiernos a la vez.
Los Enemigos son, que duda cabe, un grupo esencial del rock en castellano con más de tres décadas de trayectoria. Emergen como si el paso del tiempo y las rupturas no hubierna hecho mella en ellos. Josele Santiago, Fino Oyonarte, Chema “Animal” Pérez y David Krahe se embarcan en su décimo álbum producido por Carlos Hernández y autoeditado a través de su sello, Alkilo Discos. Tras su edición era el momento de salir a tocar, pero la pandemia del coronaviruas ha dado con eso al traste. La gira debía haber arrancado en Zaragoza el 20 de marzo. Si todo se resuelve pronto, al menos podrán mantener fechas como las de 22 de mayo en la sala Moon de Valencia o el 29 de mayo en La Riviera de Madrid.