Juliette Armanet (Lille, 1984) es una cantautora francesa que irrumpió en el panorama musical francés a principios de 2017 con su primer álbum, "Petite amie", en el que se reivindicó como “guardiana de la chanson française”, con melodías carnales que la mostraban como una compositora original. Su sucesor es este disco "Brûler le feu", publicado en noviembre, con el que Juliette Armanet prende fuego al invierno gracias a su intensa voz en un trabajo en el que exalta el sentimiento del amor, de un modo arrebatador. El álbum llega con ecos disco, de la languidez a la fiebre, del rosa al negro: “Es un disco de devorar amorosamente, pero también y sobre todo de resurrección. Quería que el fuego fuera creativo, no destructivo", explica Juliette Armanet.
"Le dernier jour du disco" es una de las mejores canciones de su nuevo álbum, una luminosa odisea disco-pop, bajo una bola gigante de espejos con sus impecables pantalones de campana. “Qu’importe”
nos adentra en unas canciones que deben mucho a la música de baile de los 70’s. Todo el álbum muestra un gran nivel compositivo, pero es en canciones como “Je ne pense qu’à ça” y “Le rouge aux joues” cuando mejor se aprecia su calidad lírica, con el simple acompañamiento de su piano, Juliette tiene formación clásica y es hija del compositor Jean-Pierre Armanet. Los sonidos más 60’s envuelven “J’te l’donne” y regresa a la pista de baile con fluorescentes en “Sauver ma vie” y el subidón de “Brûler le feu”. Este es un disco íntimo en el que Juliette relata la historia del amor y pasión que vivió y que la consumió, desde los primeros sentimientos hasta la ruptura. Trece canciones que se despachan en apenas 45 minutos y que Le HuffPost ha descrito así: "Con ‘Brûler le feu’, Juliette Armanet pasa de ser una cantautora a ser una ‘bestia del escenario’".
"Le dernier jour du disco" es una de las mejores canciones de su nuevo álbum, una luminosa odisea disco-pop, bajo una bola gigante de espejos con sus impecables pantalones de campana. “Qu’importe”
nos adentra en unas canciones que deben mucho a la música de baile de los 70’s. Todo el álbum muestra un gran nivel compositivo, pero es en canciones como “Je ne pense qu’à ça” y “Le rouge aux joues” cuando mejor se aprecia su calidad lírica, con el simple acompañamiento de su piano, Juliette tiene formación clásica y es hija del compositor Jean-Pierre Armanet. Los sonidos más 60’s envuelven “J’te l’donne” y regresa a la pista de baile con fluorescentes en “Sauver ma vie” y el subidón de “Brûler le feu”. Este es un disco íntimo en el que Juliette relata la historia del amor y pasión que vivió y que la consumió, desde los primeros sentimientos hasta la ruptura. Trece canciones que se despachan en apenas 45 minutos y que Le HuffPost ha descrito así: "Con ‘Brûler le feu’, Juliette Armanet pasa de ser una cantautora a ser una ‘bestia del escenario’".
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